Hoy quiero hablaros de algunos productos que obran maravillas...
El primero, la Henna. Durante mucho tiempo la utilicé, y siempre he recordado que no ha habido ningún momento en mi vida en el que haya tenido mejor el pelo. Así que hace unas semanas retomé esa sana costumbre, mejorada además porque utilicé Henna "bio", concretamente, de la marca Logona, que es una marca de cosméticos naturales de gran calidad, que utilizan elementos de origen ecológico.
En mi caso, utilicé Henna incolora, porque lo que me interesaba era sólo fortalecer y dar brillo al cabello natural, pero se puede utilizar Henna con color para cubrir las canas y / o cambiar de estilo.
Es un poquito engorrosa de aplicar, ya que hay que hacer una pasta con agua muy caliente, que hay que dejar enfriar un rato antes de ponerla sobre el cabello. El olor es muy intenso, pero soportable.
El resultado se aprecia desde su aplicación. Y se recomienda aplicarla de nuevo al cabo de unos meses (entre tres o seis).
Otro producto fantástico que empecé a usas hace poco es el Aceite de Argán. ¡Sirve para todo! Cabello, rostro y cuerpo.
Yo lo utilizo para el cabello y para el rostro, principalmente. En el cabello, lo aplico sólo en las puntas, por la noche, antes de irme a dormir, y luego lavo el pelo al día siguiente. Desde que lo hago, se abren menos y las tengo menos ásperas.
Sobre la piel, la utilizo a modo de mascarilla nutritiva, una vez a la semana. La aplico también por la noche antes de ir a dormir. Aunque es aceite, es seco, y no engrasa la piel, que queda renovada y con un aspecto muy sano.
Además, alguna vez la he aplicado también en el escote, esa zona que a veces se nos olvida que existe, y que también hay que hidratar. Yo utilizó el de la marca Saluvital: huele de maravilla y es de cultivo ecológico.
Eso sí, hay que utilizar muy poquita cantidad. Tanto para el pelo como para la cara, yo sólo utilizo el aceite que sale del frasquito al pulsar una vez el aplicador, y es más que suficiente.
¡Hasta la próxima!
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